Marcando el camino.
Hace dos años que planeo un viaje, “el viaje”.
Ahora que estoy cerca me siento sensible, veo mi reflejo desnudo sobre las hojas, me busco en el espejo de mi memoria y observo las “transformaciones”.
Luchar contra la involuntad es trazar un camino decisivo. A veces he sido exigente conmigo, hasta arrancarme los nervios, compararme estúpidamente con la nada y dejarme morir en el vacío injusto de mi incomprensión.
La calma desespera y agita las alas. Un vuelo conciente es un vuelo persistente desde el punto de partida.
Quiero alimentar mi fortaleza, aun siento lagrimas colgar de mis ojos como dos grandes bolsas. Titilan e irrumpen la belleza de la vida, la pasión con la que miro al presente se descontrola.
Y sin más cuentos tristes me mojo en tu saliva. En la saliva del gran Mundo
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